Veta la Palma

Turismo

Veta la Palma

Situación

La finca Veta la Palma, con sus 11.300 hectáreas de extensión, constituye el corazón de las Marismas del Guadalquivir y forma parte del Parque Nacional de Doñana. Esta propiedad ocupa aproximadamente la mitad de la Isla Mayor del Guadalquivir y se encuentra rodeada por el río Guadalquivir y por un brazo del mismo río llamado Brazo de la Torre

Antecedentes

A principios del siglo XX se inician distintas transformaciones en los terrenos marismeños de Isla Mayor, dirigidos a paliar y a evitar las inundaciones que periódicamente provocaba el río Guadalquivir. Una compañía inglesa propietaria de los terrenos pone en marcha, entre 1926 y 1928 costosas transformaciones para levantar un muro a todo lo largo del perímetro de la isla, traza canales de drenaje y construye caminos. De sus 25.000 ha de extensión, 14.000 ha se transforman para cultivo de arroz y 11.000 ha quedan como pastos marismeños (Veta la Palma).

Posteriormente en 1996, es vendida a Agropecuaria del Guadalquivir S.A, quien mejora las defensas contra las inundaciones y amplía la red de canales de drenaje, dedicando estas tierras a cultivos y, fundamentalmente, a pastos para vacas de vientre.

Debido a esta infraestructura de drenaje, todos los lucios o gavetas cesaron de inundarse por efecto de las lluvias o riadas y Veta la Palma dejó de ser un humedal.

Restauración de Humedales

En 1982, Veta la Palma pasó a ser propiedad de Pesquerías Isla Mayor S.A, su actual propietaria, que procedió a restaurar la zona húmeda original. Para ello, aprovechó la infraestructura de canales de desagüe en sentido inverso, es decir, para captar agua del río Guadalquivir y, mediante bombeo, inundar los antiguos lucios o gavetas desecados, con lo que se consiguió regenerar el humedal original en una extensión de 3.200 ha.

Esa parte de la finca inundada artificialmente, constituye una gran lámina de agua de inmejorable calidad, la cual alberga una nutrida población de peces y crustáceos que son la base de unos cultivos acuícolas superextensivos.  Las 3.200 ha se reparten entre 44 gavetas, de una media de 70 ha de extensión cada una de ellas, dotadas de su respectivo canal de riego y desagüe, y de válvulas de nivel y oxigenación por cascada para el llenado y vaciado. El bombeo de agua es de un millón de metros cúbicos diarios, lo que permite mantener la excelente calidad de agua y evitar zonas de estancamiento.

Desarrollo sostenible

Mediante la interrelación de tres actuaciones básicas como son la inundación de 3.200 ha mediante bombeo para acuicultura, la ganadería extensiva en 4.600 ha conservando los biotopos propios de la zona y el cultivo de cereal “blando” en 3.500 ha, se ha logrado crear un singular habitat para la avifauna de las Marismas de Doñana, al disponerse de una gran cantidad de agua de primerísimo calidad y de abundante alimento tanto en las zonas inundadas como en las de pasto y cereales.

Acuicultura

La productividad natural de agua en las gavetas, similares a esteros, y el exhaustivo proceso de control de las mismas permiten obtener pescados de primerísimo calidad y garantía. Las faenas de pesca se realizan dos veces por semana, consiguiéndose así que nuestros productos lleguen a los mercados con total frescura.

Las especies cultivadas son autóctonas y típicas del estuario del río Guadalquivir: camarón, anguila, mújol, lenguado, lubina y dorada.

Ganadería

En la zona ganadera conviven vacas, caballos y yegüas autóctonas marismeñas con rese bravas del hierro de Ybarra, una de las importantes y antiguas ganaderías bravas españolas.

Agricultura

La siembra de cereales se realiza sin aporte de abonos y herbicidas, proporcionando esta zona abundante alimento a la numerosa población de aves de habitat estepario que visita la finca cada invierno.

Veta la Palma paraíso de las aves

Veta la Palma es un modelo de conservación creativa, donde a base de una infraestructura de bombas, canales, etc., se mantiene perfectamente agua en unas condiciones que mejoran las naturales y hacen posible la alimentación y reproducción de numerosas especies. Desde que en el año 1984 comenzaron las primeras experiencias de acuicultura en unas 500 ha, principalmente de producción de camarón pequeño y de mújol, tuvo lugar en esta finca una considerable proliferación de la avifauna. Pero conforme se desarrolló el proyecto acuícola y se procedió a inundar mayores zonas al culminarse las distintas fases de producción del proyecto, la presencia de aves tanto nidificantes como migratorias ha llegado a alcanzando tal magnitud que actualmente Veta la Palma constituye la finca privada de mayor importancia para las aves acuáticas en toda Europa, como así lo demuestran los censos ornitológico oficiales.
Las 44 gavetas de policultivo piscícola, con más de 150 Km de riberas y orillas y más de 100 islas inferiores, ofrecen un área de atractivo irresistible para la nidificación de avocetas, canasteras, cigüeñuelas, gaviotas picofinas, pazagas piconegras y otras muchas especies de aves acuáticas.
Con la llegada de las primeras aves migratorias, se producen concentraciones que anuncian lo que más tarde será la invernada de anátidas y fochas en esta zona. En las postrimerías del verano y a comienzos del otoño, las Marismas de Doñana permanecen secas. Las 3.200 ha de gavetas ofrecen entonces un abrigo providencial a estos contingentes de aves migratorias. Los censos efectuados en los primeros días de octubre de 2000 registraron cifras cercanas a los 400.000 ejemplares de anátidas y fochas.
Veta la Palma provee de alimento, además, a numerosas especies de aves acuáticas que desarrollan una parte de su ciclo anual en las Marismas de Doñana, convirtiéndose en un complemento clave para su supervivencia. Zampullines, multitud de limícolas, o los omnipresentes flamencos son algunos ejemplos. Veta la Palma representa para esta última especie un punto de referencia obligado para la preservación de la colonia de nidificación de la Laguna de Fuente de Piedra, en la provincia de Málaga, la más importante área de cría del flamenco en el Mediterráneo Occidental.
Constituye igualmente Veta la Palma, un seguro de vida frente a la aparición de posibles epidemias estivales de botulismo, que son crónicas en este entorno de marisma, debido a la calidad y oxigenación de sus aguas.
Finalmente, Veta la Palma, al ser el único humedal que conserva una lámina de agua de excelente calidad durante todo el año, se ha convertido en el pulmón, despensa y hospital de la avifauna acuática, sobre todo, en los periodos de sequía y en la época estival, momentos en los que se desecan las marismas de Doñana.

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