Uno de los aspectos esenciales, pero a menudo pasados por alto, es la limpieza de la orina de nuestros perros. La orina canina puede ser molesta y, en algunos casos, hasta dañina para el medio ambiente y el mobiliario urbano, como es el caso de las farolas y señales de tráfico. La acidez, y los componentes químicos presentes en la orina de los perros pueden dañar el césped y otras superficies dejando manchas y corrosión con el paso del tiempo.

Con la entrada en vigor de la Ley 7/2023 de 28 de marzo de Protección de los derechos y el bienestar de los animales, las multas por no retirar los excrementos de tu perro de la vía pública oscilan entre los 500 y 10.000€. 

Nuestra ordenanza municipal también ha incluido la obligación de diluir el pis canino. 

La orina de los perros también puede presentar riesgos para la salud pública. Contiene bacterias y microorganismos que, si no se limpian adecuadamente, pueden convertirse en un caldo de cultivo para enfermedades y plagas, además de generar malos olores que dificultan la convivencia. 

Recuerda, diluir la orina con una mezcla de agua y jabón es esencial para el cuidado y mantenimiento de nuestro pueblo. 

Antes de salir a pasear a tu perro no olvides llevar la correa, bolsitas para recoger las heces y agua para diluir la orina.