El profesor de la Universidad de Huelva, Francisco Borja , realizó este martes en el salón de plenos
una excelente ponencia titulada 'La Dehesa de Abajo: entre el Aljarafe y las Marismas' que sirvió
para profundizar sobre la historia de este patrimonio cigarrero.
Dehesa y humedal
Situada en la zona de contacto entre la plataforma continental y las masas oceánicas, entre el
Aljarafe y la Marisma,entre la tierra y el agua, Dehesa de Abajo encierra entre sus sedimentos buena
parte de la historia natural del Aljarafe.
La historia de la Dehesa de Abajo representa buena parte de la historia de La Puebla del Río. Desde
su fundación medieval, los archivos guardan memoria de cómo el Concejo de esta villa de realengo se
desplazaba en pleno al menos una vez al año, cuidaba diligentemente el aprovechamiento de sus
pastos, ordenaba trabajos de amojonamiento o arreglo de su "calçada", seleccionaba el ganado o
contrataba a encargados cualificados para su buen uso. Sus habitantes han habitado sus chozas,
cazado sus presas, mantenido sus caminos, pastoreado sus reses...desde tiempo inmemorial. No se
cortaba más rama que la necesaria para el carbón o la chivata, pues del comedido consumo de sus
frutos dependía en buena parte su porvenir. El intenso proceso de transformación de su vecina
marisma ha respetado siempre su imponentepresencia.
El maravilloso humedal de Rianzuela, que hoy le aporta personalidad y una vida ornitológica
incomparable, no puede considerarse un lucio, sino una laguna artificial necesitada de manejo, según
el profesor Francisco Borja, quien ayer compartió conocimientos con el nutrido público que asistió a
la conferencia organizada por el Ayuntamiento de La Puebla, en el ciclo de actividades sobre Medio
Ambiente que han tenido lugar durante el mes de Junio.
De lo global a lo local
En una aproximación de lo general a lo local, Borja aportó pinceladas sobre la formación y continua
transformación del paisaje, poniendo de relieve la importancia de saber leer lo que la tierra nos
quiere contar sobre el pasado y sobre la forma de afrontar elfuturo.
Curiosidades
Deshaciendo creencias extendidas sobre el Lacus Ligustinus, término usado en una fuente literaria
original sólo por Avieno en su Oda Maritima , el autor lo circunscribe en época romana a una pequeña
porción, luego colmatada, de los términos de La Puebla, Aznalcázar y Almonte, que hoy quedarían en
la margen derecha del Guadalquivir.
Igualmente, Francisco trató de pasada la vicisitud acaecida en los años 70. Concretamente, el
miércoles 25 de noviembre de 1970, la portada de ABC anunciaba: Hallazgo Arqueológico en el
Guadalquivir. Los restos de una nave, probablemente romana, han sido encontrados en la margen
izquierda del Guadalquivir, a la altura de Puebla del Río. Se trata de una embarcación de altura, de
algo menos de diez metros de eslora, que quedó al descubierto a raíz de la últimariada.
Tras las riadas del 1969/70, Antonio Sobrino da aviso de la existencia de los restos de una
embarcación, que no es excavada por los arqueólogos hasta octubre de 1970, saltando a la Portada de
ABC en Noviembre. Almacenado en la Cochera de Tranvías, y fotografiado por Juan de Mata Carriazo,
los restos del pecio se queman con restos de la Cabalgata,después de los Reyes de 1974. El hallazgo
formó parte de la Tesis de Loïc Ménanteau sobre las Marismas del Guadalquivir. Un historia que nos
emparenta con otro hallazgo similar, de una embarcación árabe como la aparecida aquí, que no era
romana, y que dará lugar a un capítulo más de nuestra historia revelada.
Porque lo que no se conoce no se ama, y lo que no se ama, no se cuida ni seconserva.
¡Muchas gracias, profesor FranciscoBorja!