Además de las actividades de sensibilización, con exposiciones y mesas redondas, se ha intentado concienciar del peligro que entraña la velocidad en una vía como esa, con señalética específica. Del mismo modo, han sido muy numerosas las conversaciones y gestiones con el personal técnico y político de la administración competente, en aras a buscar soluciones a estos atropellos. La última de las peticiones a la Junta de Andalucía tuvo lugar el pasado mes de abril, instando al desbroce de las márgenes y a actuaciones técnicas con ese objetivo.

 

Próximamente está prevista una reunión con la Delegada Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible, en la que tendrán cabida una serie de inversiones que han quedado pendientes con el cambio de gobierno, y en la que abordaremos la nueva situación de los programas del lince ibérico, sin fondos europeos por primera vez en dos décadas, y las medidas necesarias para conseguir el objetivo de reducir las muertes por accidente en la mencionada carretera. 

 

Nos hacemos eco del Manifiesto surgido de la sociedad civil, sensibilizada con la situación y demandando soluciones, en el convencimiento de que la problemática va más allá de nuestro límite competencial. Estimamos que la naturaleza del reto que afrontamos, bien merece recurrir a la innovación y a los conocimientos más avanzados, de forma que se intervenga respetando el carácter estratégico que ha tomado esa vía de comunicación, especialmente para el sector agrícola, y poniendo todo el énfasis que requiere la protección de la biodiversidad, en línea con lo que este municipio representa. Es  buen momento para ponerse a la vanguardia y así lo vamos a exigir.